Reto Módulo 5
En el reto de este módulo, se nos ha propuesto ser agentes generadores de ideas para el cambio. Para ello, nos han dado a elegir entre 5 opciones. Yo he optado por escoger la opción 2: Arte para la igualdad. He redactado un cuento no sexista en el que intento romper con los estereotipos y roles tradicionales de género. ¡Espero que os guste!
JULIA LUCHADORA
Julia es una chica genial y
divertida. Le gusta romper con las reglas y salirse de lo establecido. Ya desde
pequeña se notaba que sería una chica muy valiente y luchadora, pues no se
dejaba vencer por nada ni nadie y conseguía todo sus propósitos.
Le gustaba jugar a policías y ladrones con los chicos de su colegio. A ella no le gustaban esos juegos de princesas, decía que eran muy cursis y fantásticos y que siempre había un príncipe que salvaba a la princesa. Ella no se consideraba una princesa, ella era una heroína y sería ella quien salvase algún día a un chico. En clases, cuando preguntaban qué querías ser de mayor, Julia respondía que su sueño era ser policía. Todos se quedaban sorprendidos, en concreto sus compañeras, quiénes querían ser enfermeras o profesoras de baile.
A medida que pasaban los años, se reforzaba más su idea. Además, era buena en los deportes, lo que la alentaba más para seguir adelante en su propósito, porque para ser policía tienes que ser muy rápida corriendo para atrapar a los malos. Terminó el colegio y tenía que decidir qué carrera universitaria escoger, pero ella no quería eso, ella quería ser policía. Sus padres le decían:
- ¿Por qué quieres ser policía? ¿No sería mejor
ser veterinaria o azafata de vuelos? Esa profesión no es para mujeres.
Aunque no las tenía todas consigo, consiguió
estudiar para alcanzar su gran sueño. Estudió y entrenó duramente todos los
días, porque sabía que “quien algo quiere, algo le cuesta”. Se presentó
dos veces a examen y no aprobó, pero
esto no hizo que desistiera en su idea. La tercera fue la vencida y,
finalmente, aprobó el examen, lo que la llevó a ser policía. Sus padres, muy
orgullosos, la felicitaron por haber conseguido lo que tantos años había
ansiado. A pesar de no apoyarla en un principio, sabían que lo conseguiría
porque era una chica constante y con tesón se es capaz de obtener todo lo que
te propongas.
Un día, mientras estaba trabajando, logró ver
cómo a un joven le robaban la cartera en el metro de Madrid. Ella salió
corriendo detrás de quien le había robado y, gracias a su aptitud para el
deporte, logró alcanzarlo, pudiendo devolverle al joven su cartera.
Al llegar a su casa cansada tras un día duro,
se acordó que de pequeña pensaba que algún día sería ella quien salvase a un
príncipe en apuros. Aunque este príncipe no era azul, lo había ayudado, lo que
le hizo reír a carcajadas y pensar que todo lo que dijo que haría, lo había
hecho.
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